martes, 22 de noviembre de 2011

El Último Gran Aventurero


Si en la introducción a este blog dije que el cómic tenía el potencial de ser mucho más que entretenimiento escapista adolescente, no fue con la intención de demeritar esta posibilidad del medio. Al contrario, el cómic es uno de los medios mejor calificados para transportar a niños de todas las edades hasta los confines más recónditos y emocionantes de su imaginación. Para pruebas, no hay que ir más lejos que al tema que nos atañe hoy: El Flash Gordon de Al Williamson.

FLASH GORDON


El Flash Gordon de Alex Raymond, tomado de Flash Gordon,
Vol. 5, editado por Checker BPG

Flash Gordon (no confundir con Flash, el veloz superhéroe de DC comics), creación del legendario Alex Raymond, vio la luz en 1934, cuando King Features Syndicate le encomendó al artista crear una tira cómica para competir con la popular fantasía espacial, Buck Rogers. La imaginación de Raymond era desbordante, el espiritu aventurero, y la fantasía anclada en la verisimilitud del ilustrativo estilo de Raymond, hicieron que pronto superara al mismo Back Rogers. Millones de niños y adultos cayeron rendidos ante su encanto.

AL WILLIAMSON

Entre esos millones de niños se encontraba Al Williamson, quien a los diez años fue con su madre a ver el serial cinematográfico Flash Gordon Conquers The Universe, y el impacto fue tal que se volvió una fascinación de por vida. Williamson se desarrolló como dibujante de cómics y se volvió, en mi opinión y la de muchos, en el auténtico heredero de Alex Raymond.

Williamson es, de alguna manera, el último de los románticos en el cómic de aventuras. Fue un magistral exponente del estilo ilustrativo clásico popularizado por Raymond y Hal Foster, y además asumió el espíritu gallardo y aventurero de dichos autores, sin el menor trazo de ironía. Eventualmente, sin dejar de lado la clara influencia de sus predecesores, desarrolló un estilo que lo consagró por mérito propio.

AL & FLASH

Williamson es -después de Raymond, por supuesto- el artista más identificado con Flash Gordon. Es por eso que me sorprendió, con el tomo Al Williamson,s Flash Gordon: A lifelong vision of the heroic, descubrir que todo su trabajo con el personje no da más que para llenar un tomo de unas 260 páginas (incluyendo los textos de Mark Schultz) Es, más que nada, un testamento de la calidad y el impacto de su trabajo, que un corpus tan breve haya dejado una impresión tan duradera.

Lo más interesante de este libro es que, además del deleite del arte de Flash Gordon en sí, el tomo sirve también como una especie de retrospectiva de la carrera de Williamson. Esto es porque, a pesar de que sus proyectos con Flash Gordon fueron pocos, estuvieron distribuidos a lo largo de la mayor parte de su carrera, y se ubican en puntos clave de la evolución del estilo de Williamson.

La primera parte del libro incluye el primer trabajo importante de Williamson con el personaje: El puñado de historias que ilustró para el cómic de Flash Gordon que editó King Comics en los 60s. En estas vemos a un Williamson que aún le debe mucho a Raymond, pero que ya tiene pleno control de sus facultades como ilustrador. Su estilo dinámico y limpio brinda emoción a una colección de historias sencillas y predecibles (aunque destacan el par de historias guionizadas por Archie Goodwin, las mejores de este capítulo)

La segunda parte consiste en la adaptación de la película Flash Gordon, de 1980. Es una obra interesante, pues aunque sigue de manera bastante fiel la trama de la cinta, despoja a la historia de todos los elementos camp de la misma, que tantos dolores de cabeza provocaron a Williamson. Aquí vemos a un Williamson con una voz más propia, su manejo del claroscuro es epectacular y, aunque el uso de referencias fotográficas le resta algo de dinamismo a la narrativa, esto se ve más que compensado con el espectacular detalle con que dibuja la ambientación. El estilo de esta obra es muy similar al que utilizó en el trabajo que hizo para diversos títulos de Star Wars por las mismas fechas.

La última parte incluye la miniserie que lanzara Marvel Comics en los noventas, guionizada por Mark Schulz, quien en el texto introductorio a este capítulo menciona como en este trabajo empieza a notarse el declive en las habilidades de Williamson. Si bien es cierto que aquí ya no se nota la firmeza de trazo de su trabajo en los sesentas, ni la riqueza de detalles de la adaptación de 1980, si nos encontramos con un Williamson suelto y relajado, y con una obra que sintetiza las ideas del artista sobre su personaje favorito. Además, se aprecia en los trazos más sueltos ese aire ligeramente expresionista que es tan característico de mucho ilustradores, cuando la mano, con el rigor de los años pierde algo de su firmeza, pero mantiene una gran personalidad.

Además de estas historias, se incluye una generosa cantidad de bocetos y miscelánea. El libro es una delicia de principio a fin, un manjar tanto para fanáticos de Flash Gordon y de Williamson, como de cualquier lector dispuesto a quitarse la máscara de adulto un rato, y dejar salir ese niño aventurero que aún ronda dentro de cada uno de nosotros.

GuidoVox fuera/

Al Williamson's Flash Gordon: A Lifelong Vision of the Heroic, con textos de Mark Schultz, es editado por Flesk

2 comentarios:

  1. Qué buena entrada, Guido, y qué grande Williamson. Acabo de terminarme de leer los Weird Science de la EC y su trabajo brilla a un nivel espectacular.

    Por ahí, entre las cajas, tengo la adaptación de la película y la miniserie que mencionas, voy a rescatarlas y releerlas. Por cierto, échale un vistazo cuando puedas a las tiras del personaje que dibujó Dan Barry (ayudado por figuras como Jack Davis y Frank Frazetta en el dibujo, y, al inicio, por genios como Harvey Kurtzman en los guiones), en algunos aspectos es el FG definitivo, muy diferente al de Raymond.

    Salud,
    Javier

    ResponderEliminar
  2. Gracias Javi! Sí, Williamson es de mis favoritos, definitivamente. Tengo en casa pendiente por leerme su adaptación de Blade Runner. El Flash de Dan Barry lo estoy descubriendo, he estado comprando algunos números de Comics Revue que estaban arrumbados en Comicastle. Al principio le tenía cierta tirria, precisamente por ser tan diferente al de Raymond, pero mientras más lo veo más encanto le voy encontrando.

    Un gran abrazo,

    G.

    ResponderEliminar